Recordarán los vecinos, que este verano de 2016, ya tuvimos que realizar desde IUMA una denuncia porque alguien había ordenado decapitar una treintena de cipreses en Barinas. En el posterior pleno de julio, se le pidió al alcalde que cesara a la pedánea y concejal de Barinas, porque era la responsable de vigilar y controlar estos hechos, y porque precisamente parecía ser que quien había dado la orden había sido alguien muy cercano a ella, dado que por lo visto los árboles le tapaban el fresco que debía entrar por su ventana en las calurosas noches de verano.
De nuevo hemos tenido conocimiento de diversos hechos que han tenido lugar en Barinas, y por esta razón tenemos que volver a denunciar públicamente determinadas actuaciones, que de ser ciertas, sin duda nos llenan de indignación y que a más de uno deberían sonrojar, si no fuera porque quizá no saben ni lo que es eso.
Inicialmente la citada pedánea, Ana Teresa Valero, realizó una convocatoria para subastar la barra de las fiestas de Barinas. Dicha convocatoria la realizó una mesa de contratación que según hemos podido saber, entre otras personas estaba formada por la propia pedánea, su marido, Salvador y José David. Porque se ve que para decidir esta adjudicación pública, estimó que no era preciso ir a buscar a nadie más allá, y que para luces, las de su casa.
En una primera subasta, hubo tres ofertas, una por un valor de 1.300 € y otras dos por valor de 1.160€ y 1.060€, realizadas por otras dos personas, que no era un secreto que iban a compartir la barra. Resulta que una vez abiertos los sobres, el primer ofertante retiró su oferta, por lo que se realizó una segunda convocatoria en la que no se llegó a ningún acuerdo y a una tercera que se realizó de forma verbal. En ésta convocatoria los representantes de las ofertas no ganadoras, modificaron la cantidad y ofrecieron 650 €, un chorizo, un queso de Cabrales, para que la comisión de fiestas los subastara entre la población y pudiera sacar un dinero, además de una noche de acordeón, un castillo hinchable y una sardinada.
Sin embargo, según hemos podido tener acceso desde IUMA a diversos mensajes de móvil, hubo una serie de conversaciones entre un miembro de dicha comisión y otras personas, al objeto de informar de forma privilegiada e interesada al gerente de un local del casco de Abanilla, A.V.S., para que pujara en esta subasta, “porque en Barinas se iban a quedar sin barra ya que nadie la quería”. Pese a que dicho joven empresario no tenía intención de pujar, pues tenía previsto tomar unos merecidos días de descanso, según dichos mensajes ofreció 400 € para que los vecinos de Barinas no se quedaran sin poder tener barra. Y qué cosa más curiosa, la comisión de la pedánea y sus familiares adjudicaron la barra de Barinas a este empresario y no a los otros dos ofertantes, que por derecho les correspondía pues su oferta era mayor, y además habían concursado y el otro no.
Para salir de este embrollo que ha liado ella sola, la pedánea argumenta que la adjudicación se cierra en 650€ con el empresario que no se presentó a concurso. ¡Y aunque hubiera ofrecido 20.000€, si no presentó oferta a concurso, no tiene por qué tener derecho a quedársela!.
Una vez hemos tenido conocimiento de todos estos hechos, solicitamos al portavoz del PSOE que nos reciba junto con los únicos que sí se presentaron al concurso para escuchar la versión de los hechos de estas personas.
Desde IUMA queremos volver a insistir en que el alcalde debe de llamar al orden a la pedánea, o bien cesarla de sus funciones y nombrar a otra persona menos conflictiva, pues con sus despóticas decisiones está enemistando al pueblo y además está dejando la imagen del Ayuntamiento y del partido que le dio la plataforma para ser concejal por los suelos.
Barinas se merece algo más. Las mentiras en política tienen que pagar un tributo, y quien miente, desaparecer.
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