Este pasado día 2 de febrero, en las redes sociales de la agrupación socialista, se publicó una nota alarmando a la población acerca de la existencia de un presunto vertido de AGUAS FECALES a la Rambla de Abanilla, ubicada en la zona del Salitre, en pleno casco urbano.

Entre sus muchas rimas, el gran poeta Gustavo Adolfo Bécquer escribió una, quizá la más famosa de las suyas junto con la de las golondrinas, que dice lo siguiente:
¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía… eres tú.

En este caso, ante la descripción que hace la agrupación del Partido Socialista de Abanilla de esta situación, definiéndola como «aberración», nosotros podríamos responder: ¿Y tú me lo preguntas? Aberración… eres tú.

Y es que, lejos de salir disparados a la primera farmacia más cercana para comprar mascarillas, o incluso de responder a la primera de cambio, a riesgo incluso de equivocarnos, lo que hicimos fue actuar con cautela y solicitar el informe de un técnico que nos explicara y razonara el porqué de esta situación.

Hoy mismo ya hemos tenido la explicación en las redes del Ayuntamiento, realizada por un técnico cualificado de Hidrogea, que explica perfectamente lo sucedido, el cual se puede ver y leer por cualquiera que así lo desee, y que en definitiva indica que «no existe peligro ni daño ecológico alguno».

A la vista del mismo, y visto que la situación está siendo controlada perfectamente desde sus primeros inicios por la empresa encargada de la obra del nuevo puente, que al rebajar el terreno para el cimentado del puente, ha tenido que drenar el agua filtrada y embalsada en la zona.

Por todo ello, desde IUMA queremos tranquilizar a la población, para que no se deje llevar por el pánico ni el alarmismo suscitado, y decirles, en definitiva, que no es necesario que acudan en masa a las farmacias a agotar las existencias de mascarillas, pues la situación no es como si se hubiera declarado algún caso de coronavirus, y como dice dicho informe, si se ha filtrado algún tipo de aguas fecales, la cantidad es «ínfima y no conlleva, en ningún caso, peligro alguno para la población ni el entorno».

Es más, en IUMA disponemos de imágenes de la misma zona, de la Rambla, realizadas hace ahora tres años, fechadas el 9 de febrero de 2017, cuando con el anterior equipo de gobierno socialista, se estaban haciendo las obras de acondicionamiento del recinto ferial bajo el paseo de la Ermita (que recordamos que costaron unos 24.000€ de dinero público y ahí está muerto de risa), y también había enormes zonas inundadas. Entonces nadie puso el grito en el cielo por las obras realizadas o por un presunto filtrado de aguas fecales.

 
Archivo gráfico de IUMA

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